domingo, 26 de marzo de 2017

Sin apoyos en el norte de Siria, "Turquía seguirá teniendo al DAESH de aliado"

Entrevista con Francisco J. Saavedra, periodista especializado en Oriente Medio

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la izquierda el
lider del DAESH, Abu Bakr al Bagdadi
Turquía se ha quedado sin apoyos para cumplir sus planes en Siria. ¿Qué se puede esperar ahora del Gobierno turco? El periodista y analista especializado en Oriente Medio Francisco José Saavedra explica los planes del dirigente turco en Siria, cómo se ha ido quedando sin apoyos para llevarlos a cabo y las dificultades actuales de su propio Gobierno. Turquía se encuentra en una posición “muy delicada” influida además por su situación interna.

Saavedra está convencido de que el Gobierno turco teme que gane el ‘No’ en el referéndum constitucional que se celebrará el próximo 16 de abril. “Si tuviera más o menos garantías de que va a ganar, no haría estas cosas”, declara refiriéndose a los encarcelamientos de ciudadanos turcos que están en contra del referéndum y a la dura campaña que acusa de terroristas a quienes no apoyan el cambio a un sistema presidencialista. Turquía se enfrenta además a una situación económica debilitada que venía arrastrando y que se agrava con la caída de la Lira.

En el plano interno, “el intento de golpe de Estado, o autogolpe, del pasado año debilitó mucho a Erdogan. Con todas las purgas que ha hecho, ha creado un gran malestar general”, afirma Saavedra. 

El plan inicial de Erdogan era el control del norte de Siria, “quedándose con Aleppo, donde le salió mal la operación”, y ahora apuesta por la creación de un “segundo califato” en Idlib, explica el experto. Este plan de controlar el norte de Siria tiene pocas posibilidades según el análisis de Saavedra, porque “ya están entrando un montón de tropas sirias para iniciar una ofensiva importante”.

La ‘opción B’ de Erdogan para contar con una zona de control suní que refuerce su poder en la región “aunque tampoco lo va a conseguir”, considera Saavedra, es la de inducir la creación de “una especie de ‘sunistán’, es decir una nación suní que comprendería todo el este de Siria y el oeste de Iraq, y la capital sería Deir al Zur y, si pudieran mantenerla, Raqqa”.

Según el experto analista,  con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Erdogan se ha encontrado con un EE.UU. que ha acabado dándole la espalda. “Lo que intenta hacer en Siria se lo han negado tanto sirios como rusos y americanos”.

Para llevar a cabo su plan, las fuerzas turcas se están encontrando con la resistencia de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF por sus siglas en inglés), que cuentan con un potente apoyo internacional. En Raqqa, las SDF combaten guiadas por las YPG, que cuentan con el respaldo estadounidense y son consideradas terroristas por Turquía, que las asocia con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Pero aunque Turquía  combate duramente a los aliados del PKK, Saavedra señala que las SDF se crearon, además de como unidad militar de la operación 'Euphrates Rage' para liberar Raqqa del DAESH, “para contentar un poco a Erdogan”. Integrando en el batallón a fuerzas chiís, sunís, cristianas y yazidís, se hizo ver a Erdogan que no se trataba de fuerzas exclusivamente kurdas. Además, para que el dirigente turco estuviera conforme con el apoyo exterior a las SDF y no obstaculizara sus movimientos en la frontera turco-siria, “las brigadas que entraban a las ciudades y zonas que iban tomando no eran las kurdas, estaba bastante bien organizado”, explica Saavedra.

A la ofensiva de las SDF por el norte de Raqqa, se suma por el sur el Ejército iraquí, que cuenta con la autorización de Siria. “Erdogan sigue allí pero ya no tiene ni la confianza de EE.UU. ni su protección”, asegura Saveedra, que en cuanto al Gobierno ruso observa que ve a Erdogan “como alguien con quien aliarse de momento pero sin fiarse mucho de él”.

Intentando evitar que las tropas turcas tomen posiciones para atacar a las YPG, a principios de este mes Rusia llegó a un acuerdo con el Consejo Militar de Manbij, parte de las SDF, por el que estas permitían a las tropas de Assad tomar el control de gran parte del territorio kurdo comprendido entre Al Bab y Manbij y ya liberado del DAESH. En torno a Manbij se han aliado las fuerzas sirias, norteamericanas y rusas. Los actores internacionales que en su día evitaron que sus intereses en Siria entraran en conflicto con los del Gobierno turco, se unen ahora para frenar las pretensiones del líder islamista.

Además, “Erdogan tiene una debilidad muy grande”, apunta el analista, “porque le está dando la espalda la OTAN, incluso hay conversaciones entre países europeos que se plantean expulsar de la OTAN a Turquía, y EE.UU. tampoco lo ve con buenos ojos, solo le quedaría Rusia. Pero Rusia el día que vea que no le quedan aliados para darle su apoyo le va a pedir una serie de compensaciones brutales”.

Saavedra asegura que Turquía no se conforma con expulsar a los kurdos de su frontera, “lo que quiere es que desaparezcan”. “La parte sureste de Turquía es zona kurda, y lo que quieren es quedarse con la zona norte de Siria y que desaparezcan los kurdos, pero no pueden con el cantón de Afrin (al noroeste de Siria, a 30 km de la línea fronteriza) y tampoco con el de Kobane (pegado a la frontera turco-siria). Sus deseos no se van a cumplir porque los kurdos en la zona norte están apoyados ya por EE.UU. y Rusia, y además han llegado a un acuerdo con el Ejército sirio para unir los cantones, ya tienen carreteras y pasos seguros para mandar tropas de unas zonas a otras”, explica.

“Turquía seguirá teniendo al DAESH de aliado”
Hace poco más de un año, en esta entrevista el coronel Pedro Baños ilustraba dando un ejemplo el papel determinante de Turquía en la consolidación del DAESH en Siria:
“Las milicias chiítas proiraníes secuestraron a 18 trabajadores turcos en Bagdad (…) Lo que pretendían con ese secuestro era presionar a Turquía para que dejara de apoyar al ‘Estado Islámico’ precisamente en Siria. No es que lo diga yo, es que ese conjunto de datos objetivos indica que Turquía tiene intereses en la zona. ¿Cómo no los va a tener? Si tiene un vecino, Al Assad, con el que ha estado históricamente enfrentado, unos kurdos con quienes han estado mucho más enfrentados, no solo por cuestiones económicas, sino también por cuestiones ideológicas. Y, como todos los países en la zona, está apoyando directa o indirectamente, de una manera más o menos opaca, a los distintos actores que están causando este desastre humanitario”, dijo el experto en la citada entrevista de enero de 2016.

El mayor interés de la colaboración turca con el DAESH estaba en que los yihadistas “limpiaran esa zona de kurdos”, afirma Saavedra.

“Los terroristas del DAESH han estado colaborando con Erdogan y él ha estado colaborando con ellos. Los ha tenido en la frontera, con toda la zona que ocupaban del norte de Siria, durante cuatro años. Hasta que no vio que los kurdos iban a unir los cantones no reaccionó”. Saavedra asegura que durante esos cuatro años el DAESH ha estado vendiendo petróleo a Turquía, y sus combatientes, protegidos por la Inteligencia turca (MIT), yendo a hospitales turcos para ser atendidos. “En fin, una colaboración mutua y constante”.

En diciembre de 2015, el ministerio de Defensa ruso expuso en una conferencia de prensa que la principal fuente de financiación del DAESH era la venta ilegal de petróleo, posible gracias a la colaboración del Gobierno turco. Rusia presentó las pruebas de cómo Turquía era responsable de la exportación del petróleo robado por el DAESH en Iraq y en Siria, y cómo la familia de Erdogan estaba metida en empresas que recibían el crudo robado.

Saavedra no duda de que Turquía va a seguir teniendo a los yihadistas de aliados, aunque ya no tengan acceso a suelo turco “porque lo ha cortado el Ejército sirio y los kurdos, y no pueden ya mandarles materiales ni meter petróleo del DAESH”.

A Erdogan le interesa una Siria estable, pero gobernada por facciones que le sean favorables, es decir, contrarias a la influencia chií.

“No puedes creer lo que diga este hombre, porque son continuas salidas de tiesto”
Hace dos semanas, los presidentes turco y ruso se reunieron en Moscú y anunciaron un acuerdo para respetar la integridad territorial de Siria. “Es una condición indispensable para el arreglo de la crisis siria", dijo el líder ruso, Vladimir Putin, en la rueda de prensa posterior al encuentro. Erdogan se comprometió a actuar conjuntamente también con Irán, y Putin aseguró que la coordinación entre los tres países para avanzar hacia el final del conflicto se está estrechando y volviéndose más eficaz: "Es algo que por lo visto nadie se esperaba, pero a nivel militar y de servicios secretos se está estableciendo un contacto estrecho y muy eficaz", señaló el presidente ruso.

Saavedra asegura que las promesas de Erdogan en este sentido “no tienen ningún valor”, sino que “está intentando apagar un montón de fuegos y salir de un montón de laberintos en los que él mismo se ha metido. Por ejemplo, no puede garantizar nada en el norte de Siria porque ya las Naciones Unidas le han dicho que se tiene que marchar, y el Ejército sirio y el Gobierno también. Pero no va a querer marcharse porque tiene un mini protectorado en la zona de Yarabulus, en la frontera”.

No obstante, observa el analista, “conforme pasa el tiempo todo va beneficiando a Assad, hace seis meses te diría que (el presidente sirio) podría negociar para quedarse con una parte de Siria y ceder el resto a algunas organizaciones, incluso países. Pero ahora el norte lo tiene prácticamente controlado, además la ONU está presionando para que los turcomanos se marchen”, destaca Saavedra.

El experto repasa las zonas donde el Ejército sirio mantiene abiertas ofensivas para expulsar a los yihadistas.

“En la zona sur prácticamente está limpiando todo, en la zona de Damasco le quedaría Goutha, que es una bolsa bastante grande pero están en las últimas”, explica. Entre Hama y Homs, la zona de ocupación yihadista más cercana al puerto de Tartus, “hay un acuerdo de alto el fuego y se puede decir que en cualquier momento estará en color rojo”, bajo control de las fuerzas gubernamentales.


“Muchas de las posiciones que tiene el Ejército sirio las mantiene defensivamente porque no tiene más efectivos”
En el sur del país, en la frontera con Jordania y los Altos del Golán, está la zona de Daraa, que está siendo ocupada por combatientes del DAESH que han huido del norte y oeste de Siria. Saavedra estima que “el día que puedan enviar más fuerzas”, los efectivos sirios retomarán también esta región. “Porque muchas de las posiciones que tiene el Ejército sirio las mantiene defensivamente porque no tiene más efectivos. Como en Deir al Zur, no avanzan porque están aguantando como pueden. Pero en Ghutah por ejemplo hay unos 10.000 soldados, el día que liberen esa bolsa los pueden mandar a Palmira o a Deir al Zur”.

Al este de Aleppo está la ciudad de Deir Haffer, otro importante núcleo yihadista que este mismo jueves ha sido tomado por el Ejército sirio. Aunque ha tenido que detener la ofensiva ante una nueva incursión yihadista al norte de Hama.
Según este análisis, y a pesar del interés de Israel en mantener la “cuña del DAESH” en Daraa para contener la influencia de Irán en la región, Assad está ahora en condiciones de negociar la integridad completa de Siria. En una reciente entrevista con medios rusos, Assad ha defendido que proteger la integridad territorial es su derecho y su deber.

La presión de la ONU para que Israel devuelva el territorio de los Altos del Golán a Siria, y la presencia de Irán y la milicia libanesa Hezbolá tomando cada vez más fuerza en el conflicto Sirio, son problemas para Israel, advierte Saavedra, que aun así no contempla el descontento de Israel como el mayor impedimento para pacificar Siria.

Hace una semana, El Ejército sirio confirmó que aviones israelíes irrumpieron en el espacio aéreo para atacar un objetivo militar cerca de la ciudad de Palmira, donde las fuerzas sirias tratan de expulsar a los yihadistas del DAESH que quedan en la zona. Las fuerzas sirias aseguraron haber derribado un avión militar de Israel.

El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, respondió amenazando con destruir las defensas antiaéreas de Siria si volvían a disparar contra los aviones israelíes.
Desde el comienzo del conflicto sirio, Israel ha atacado en distintas ocasiones al Ejército de Assad, el pasado febrero atacó con bombardeos aéreos posiciones del Ejército sirio y Hezbolá cerca de la frontera con Líbano.

Considerando el encuentro de fuerzas con distintos intereses en Siria, la analista internacional Conchetta Dellavernia afirmaba hace unos días que, de ir a más los enfrentamientos, "Irán va a intervenir, y de ser así el conflicto va a ser importante". Es Rusia el actor que está mediando para contener el conflicto, en esto coinciden los expertos.

El presidente sirio fue preguntado en la citada entrevista con medios rusos esta semana por la ayuda de la diplomacia rusa para prevenir el conflicto con Israel. Assad afirmó que “Rusia puede desempeñar al respecto un papel importante” y recordó que el ministerio de Exteriores ruso ha invitado al embajador israelí para discutir “la violación israelí de la soberanía siria”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario